La familia Machado Castro sufrió dos pérdidas en el
atentado: Alfredo Oscar y Freddy Remberto eran hermanos
y ambos fallecieron tras el derrumbe de la embajada,
edificio donde estaban haciendo unas reparaciones.
Familia grande, compuesta por madre, padre y cuatro
hijos, los Machado Castro se acostumbraron a vivir con
un pie en Bolivia y otro en Argentina. Jorge, el mayor
de los hijos, y Alfredo, el segundo, nacieron en
Argentina y vivieron en Buenos Aires su primera infancia
hasta que sus padres decidieron regresar a su país de
origen, porque no lograban adaptarse al ritmo porteño.
Allí, años después, nacieron Acelinda y en 1973, Freddy
Remberto, el menor y más mimado de la familia.
La infancia en Tolata, departamento de Cochabamba, no
fue sencilla. En el año 1975 el papá falleció y la mamá,
viuda, quedó a cargo de sus cuatro hijos, por lo que no
quedaba otra que salir a trabajar de sol a sombra, y
mientras ganaba el sustento con el que mantener a su
familia, los hermanos mayores ayudaban en la casa,
cuidando a los menores, cocinando en el caso de Alfredo
o haciendo algunos trabajos de albañilería.
Los Machado Castro eran chicos de barrio, sencillos,
tranquilos, amorosos. Tenían muchos amigos y primos,
eran sociales y queridos en la escuela. A Freddy
Remberto le gustaba pescar con su hermano mayor, andar
en bicicleta y jugar a la pelota, como buen fanático del
Wilstermann, el club de fútbol de la ciudad de
Cochabamba.
Apenas terminó los estudios secundarios, Alfredo se puso
de novio. Junto a su pareja y a su hijo, Miguel Ángel,
regresaron a Buenos Aires, donde esperaba tener más
trabajo como albañil, oficio que había aprendido en su
adolescencia.
En el año 1991, viendo que muchos de sus amigos y
familiares emigraban, Freddy Remberto tomó la misma
decisión y con apenas 18 años de edad, dejó Bolivia,
pese a ser muy apegado a su mamá y a su hermano mayor,
quien lo instó a quedarse. Freddy Remberto era un chico
obediente, pero la idea de encontrar estabilidad y
crecimiento económico primó más y se mudó con unos
parientes que lo recibieron en su hogar.
Sus primeros meses en la capital argentina fueron buenos,
llenos de entusiasmo, trabajando con su hermano Alfredo.
El 17 de marzo de 1992 los encontró haciendo una
refacción en la Embajada de Israel. El sueño de ambos de
regresar a Bolivia algún día, se perdió, como los de
muchos, bajo los escombros.
Entrevista realizada a Jorge Machado Castro (hermano
de Alfredo y Freddy Machado Castro), el 13/09/2022