En el acto evocativo de los 25 años del
atentado a la Embajada de Israel, el primer ministro,
Benjamín Netanyahu, mencionó que Zehava hacía honor a su
nombre: tenía un corazón de oro y siempre estaba
dispuesta para ofrecerse y brindar ayuda.
Zehava Zehavi nació en Netanya, una hermosa ciudad
costera, bañada por las aguas del Mar Mediterráneo. Hija
de dos sobrevivientes de la Shoá, Tzipora y Simja Bonim
Hermann, Zehava estudió en la escuela secundaria
religiosa de Netanya, fue miembro del movimiento “Bnei
Akiva” y al finalizar la secundaria se alistó en el
servicio militar, dentro de la Brigada Nahal, una de las
brigadas principales de las Fuerzas de Defensa de
Israel.
Terminado su período de enrolamiento en el Tzahal,
Zehava se inscribió en el prestigioso Instituto Beir
Berl, una institución que se centra en la formación de
educadores, donde estudió el seminario de maestras
jardineras. Tiempo después se casó con Itzik Zehavi, se
mudaron a la localidad de Shavei Shomron, al norte de
Cisjordania, y allí pudo despuntar su vocación,
trabajando como maestra jardinera en distintos
asentamientos, como Alon Moreh, Einav, Karnei Shomron y
Shavei Shomron.
La pareja se convirtió en familia con la llegada de sus
tres hijos: Or, Yedidia y Avigdor.
Itzik trabajaba para el Ministerio de Relaciones
Exteriores de Israel y fue designado Primer Secretario
de la Embajada israelí en Argentina, por lo que la
familia entera debió mudarse a Buenos Aires a principios
de los 90. Mientras se adaptaba al nuevo país, Zehava
fue contratada por la Embajada como empleada
administrativa.
El 17 de marzo de 1992, Zehava se encontraba en el
tercer piso del edificio de Arroyo 910. Sus restos
regresaron a su patria, y descansan en el cementerio de
Netanya. Su familia, Itzik, Or, Yedidia y Avigdor
regresaron a Israel y continuaron viviendo en Shomron.
Sus compañeros la recuerdan como una mujer valerosa,
cálida y solidaria, una madre ejemplar y un gran apoyo
para su esposo, Itzik.